
En esta generación, volvemos a ver la colaboración con Leica
📸 Empezamos con lo que lleva por dentro (el hardware)
Lo primero que uno piensa cuando ve las cámaras del Xiaomi 15 Ultra es: “¡Bueno, esta camara….. perdon este celular viene en serio!” Y sí, el enfoque que le dio Xiaomi este año no es casual. Todo está puesto aquí para decirle al mundo: “ven, que sí sabemos de fotografía móvil.”
En esta generación, volvemos a ver la colaboración con Leica, algo que ya es sello de la casa. Pero ojo, no es solo el nombre por marketing. Los modos Leica Vibrant y Leica Authentic no son filtros cualquiera: le meten una personalidad sabrosa a las fotos. Es ese detalle fino, como quien se pone un reloj elegante sin estar presumiendo, pero sabés que está.
En cuanto a sensores, lo que trae este teléfono es una grosería:
• Principal: 50 MP, sensor de 1 pulgada, apertura variable entre f/1.63 y f/4.0, con HyperOIS
• Tele 3x: 50 MP, f/1.8, 75 mm, OIS
• Tele 4.3x: 50 MP (sensor Samsung HP9), f/2.6, 100 mm, OIS
• Ultra gran angular: 50 MP, f/2.2, 115º
• Sensor ToF 3D para profundidad
• Cámara frontal: 32 MP, f/2.0
Un arsenal completo, sin duda. Sensor de una pulgada en el principal (algo que deberían copiar todos los gama alta), y ese nuevo tele 4.3x con un sensor que compite incluso con cámaras principales de otros equipos. Esto no es jugar; esto es tirar toda la carne al asador.
Una app de cámara pensada para el que sí sabe
Esta parte tengo que decirla sin pelos en la lengua: la app de cámara del Xiaomi 15 Ultra es la mejor que he probado en un teléfono. Punto.
Desde que la abres, tenés lo clásico: modos, accesos rápidos, etc. Pero lo chévere empieza con los modos Leica, donde el modo “Vibrant” es el realista (aunque suene al revés) y el “Authentic” da ese toque nostálgico de película.
Ahora, entrá al modo Pro y ahí es cuando se enciende el tema: controles completos de velocidad, ISO, balance de blancos, enfoque… y además tenés tres modos especiales que son una joya:
• Obturación lenta para hacer fotos con movimiento y arte
• Obturación rápida para congelar momentos al milímetro
• Modo documental que mantiene todo balanceado y sin quemar
También tienes RAW (aunque no a 50 MP, lo cual es triste), grabación en LOG con previsualización de LUTs, y un menú de ajustes tan pro que parece sacado de una cámara mirrorless. Focus peaking, control de exposición en tiempo real, waveform, estilo de obturador, y una opción clave: forzar que se use el teleobjetivo en baja luz en lugar de recortar desde el sensor principal. Detalles que enamoran.
Fotografía diurna





Con buena luz, el Xiaomi 15 Ultra rinde de maravilla. El nivel de detalle es altísimo, los colores bien logrados (aunque algo vivos de más a veces), y los resultados en general son brutales. Pero aquí va la primera pullita: el procesado este año está más agresivo. Se nota ese lavado digital, sobre todo en zonas con texturas, donde se pierde un poco de naturalidad.
Sí, las fotos son buenas. Muy buenas. Pero ese exceso de “maquillaje” digital le quita puntos si lo que querés es una imagen más fiel, más tipo cámara profesional.
Ultra gran angular y zoom
Aquí Xiaomi se puso serio. El zoom 4.3x con el sensor de 200 MP (aunque dispare a 12 MP) es una locura. El 3x también está muy bien: más luminoso y nítido. Entre los dos, cubren un rango que va desde 70mm hasta 200mm con una calidad pareja, algo que es raro de ver.
Eso sí, me encontré con una cosa que no debería pasar: hay diferencias marcadas en balance de blancos y exposición cuando cambiás entre los lentes. A veces se nota mucho el salto entre el 3x y el 4.3x, lo que le quita coherencia a la experiencia.
Modo retrato
Este es el punto más flojo. El modo retrato no me convenció del todo. El recorte entre figura y fondo se siente artificial, sobre todo en detalles como el cabello. La nitidez, eso sí, es increíble, pero Xiaomi tiene que actualizar el software para que la segmentación sea más natural.
Fotografía nocturna




Aquí el Xiaomi 15 Ultra saca pecho. De noche, el sensor grande y la apertura variable hacen magia. Las fotos salen detalladas, con buen manejo del color y sin ese tono azulado que suele meter Xiaomi en generaciones anteriores. Aún con el lavado digital, la calidad nocturna está a otro nivel.
Selfie
Grata sorpresa: el selfie de este año es de los mejores. Buen rango dinámico, tonos de piel naturales (¡por fin!), buena nitidez y un angular que no distorsiona. Para redes sociales, está casi perfecto.
🎥 Video
Este teléfono graba en 8K a 30fps, pero donde se luce es en 4K. La estabilización es de las mejores que he visto, y el enfoque es rápido. Pero de nuevo, el punto débil es ese exceso de suavizado. Incluso grabando en LOG, el sistema de reducción de ruido mete la mano y resta detalle. Ojalá Xiaomi dé opción de desactivar eso.
📌 Conclusión
El Xiaomi 15 Ultra es una bestia con traje elegante. Ideal para creadores, amantes de la fotografía y quienes quieren potencia sin sacrificar diseño. ¿Tiene cositas por pulir? Claro. Pero en la balanza, Xiaomi está demostrando que sí puede hacer un flagship premium de verdad.
En cuanto a La cámara del Xiaomi 15 Ultra es un monstruo en hardware y funciones, pero el procesado no le hace justicia. Lo tiene todo para ser el número uno, pero necesita que lo dejen respirar. Menos filtros, menos maquillaje… y más confianza en lo que ese sensor es capaz de lograr por sí solo.
Si Xiaomi le baja al procesado, este teléfono no solo compite: domina.
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